“Nos sentimos incómodas porque hay unos ejercicios muy distintos de poder cuando estamos paradas en un escenario o cuando estamos viendo un concierto en vivo”
La situación de las mujeres y personas queer en la industria musical sigue marcada por desigualdades y la discriminación, a pesar de los avances en visibilidad y representación.
Si bien artistas como Lady Gaga, Arca y Kim Petras han alcanzado el éxito, persisten barreras significativas en términos de oportunidades y reconocimiento. La lucha por la igualdad y la inclusión interseccional continúa, impulsada por movimientos y organizaciones que buscan transformar la industria.
En BIME Bogotá 2024, tuvimos la oportunidad de conversar con Patricia Arenas y Karen Ortiz, dos destacadas invitadas que compartieron sus perspectivas sobre la resistencia y la autogestión de las mujeres en contextos de subculturas y movimientos underground.
Bajo la moderación de Minerva Campion, se desarrolló un diálogo profundo sobre la historia y las estrategias de las mujeres que operan desde los márgenes de la sociedad.
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“Nos sentimos incómodas porque hay unos ejercicios muy distintos de poder cuando estamos paradas en un escenario o cuando estamos viendo un concierto en vivo. Entonces me parece que es clave todo ese tipo de ejercicios investigativos desde lo testimonial de la vida de las mujeres. Deben difundirse mucho más” sostiene Karen, que añade e invita a socializar entre mujeres actitudes misóginas y difundirlas.
Y es que es evidente que aún falta mucho camino por recorrer. Por ejemplo, recientemente, hubo un informe publicado por el Comité de Mujeres e Igualdad del Parlamento de Reino Unido donde las cifras mostraban una insuficiente actuación en materia de igualdad en la industria musical y pedían así más legislación y protocolos. El gobierno hizo oídos sordos y desestimó las peticiones. “¿En qué lugar nos deja esto a las mujeres?”, comenta Minerva.
A lo que Patricia y Karen reflexionan y añaden que hay un cierto abandono desde las instituciones.
“Las mujeres seguimos resistiendo igual, lo hemos hecho siempre desde los márgenes. Que no nos reconozcan, yo creo que ya no lo esperábamos. Y más, cuando uno viene estudiando escenas underground, uno sabe que muchas veces el Estado, obviamente, no va”
Por lo tanto, ambas tres reconocen que, quizá, lo más importante sea el ejercicio de autogestión entre mujeres y que esta autogestión no solo abarque la creación de protocolos de seguridad, sino también el periodismo musical y otras formas de resistencia cultural para alcanzar un mayor equidad en la Industria Musical.
Minerva cerró el episodio subrayando la necesidad de fortalecer las redes entre mujeres de distintas regiones.
“Ahora me parece que es clave que nos conectemos entre regiones, que eso yo creo que todavía nos falta mucho”.
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