Actualmente, ser promotor en la industria musical enfrenta desafíos sin precedentes. El aumento de costes, especialmente en producción y contratación de artistas, junto con una competencia más intensa que nunca, hace que los patrocinadores se hayan convertido en socios esenciales. Su presencia se ha normalizado en el panorama musical, integrándose con creatividad en experiencias on-site que buscan aportar valor sin saturar al público ni desvirtuar la esencia del evento. Además de los patrocinios promocionales tradicionales, las plataformas de ticketing han emergido como una fuente crucial de financiación. El tecnológico, no solo optimiza el proceso de venta, sino que también enriquecen la experiencia del usuario, consolidándose como aliados clave para promotores y marcas en esta era de la industria musical.