La inclusión lejos de ser una bandera de buena voluntad, requiere disposición, gestión y apertura por parte de los espacios culturales. La infraestructura y la línea editorial de las programaciones requieren una conversación más cercana con los artistas y en este espacio exploramos una necesidad para el sector: identificar cuáles son estos escenarios en donde pueden circular y cómo acceder con sus ofertas.